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¿Te has parado a pensar alguna vez si lo que pagas por un producto es su precio justo? en otras palabras, por qué has pagado un precio determinado por un vehículo de gama media que por otro de gama alta. Tu respuesta a estas preguntas seguramente será por las prestaciones que puede ofrecer uno u otro o la calidad y lo cierto es que es un factor determinante, pero no el único.
Otro factor, no menos importante es la necesidad. La necesidad es ese motor tan indispensable a veces para desarrollar nuestras vidas, para poder vivir en un estado de salud plena de desarrollo.
Sin embargo, la psicología nos cuenta que la necesidad nace de un sentimiento estrechamente relacionado con la vivencia de una carencia, ya sea emocional o física, que viene asociado a la necesidad, casi imperiosa en ocasiones, de suprimir esta falta, de satisfacer la tendencia o de corregir la situación de carencia.
Por ello, cuando nos sentimos vacíos por alguna circunstancia de nuestra de mi vida, o que también puede pasar, que nos encontramos en un estado de euforia máxima, tendemos a comprar, a consumir productos o servicios que en condiciones normales no haríamos.
Para intentar comprender los comportamientos de los consumidores encontramos la pirámide de Maslow. Un concepto nada nuevo pero que en los últimos años dentro del mundo del marketing ha adquirido una dimensión completamente capital.
Con este artículo pretendemos que conozcas en profundidad el concepto de Maslow, con su pirámide, cómo se puede aplicar a la marca personal o redes sociales y algunos ejemplos para que tengas una visión más amplia de este apasionante concepto.
¿En qué consiste la pirámide de Maslow?
La teoría de la pirámide de Maslow fue propuesta por Abraham Maslow en el año 1934. Su principal objetivo era dar una explicación acerca de las motivaciones humanas en cuanto al consumo, para ello representó una pirámide en la que las necesidades más básicas que pueda tener un humano aparecen en la base, mientras que las menos necesarias para llevar a cabo una vida plena aparecen en la cúspide.
Esta pirámide, como veremos más adelante en profundidad, consta de 5 niveles. Maslow defiende la teoría de que no se puede alcanzar el siguiente nivel de la pirámide hasta no haber cubierto las necesidades anteriores.
A continuación, vamos a pasar a explicar en profundidad cada uno de esos 5 niveles:
- Necesidades fisiológicas: son la base de la pirámide. Aquí se encuentra todo lo esencial para llevar a cabo nuestras vidas, sobrevivir y gozar de buena salud, como por ejemplo el hambre, el sueño, la sed, etc.
- Necesidades de seguridad: también conocida como la zona de confort, nuestra zona de seguridad, la cual obtendremos con un buen empleo estable, una vivienda o buena salud.
- Necesidades de pertenencia: en la vida el amor y el cariño son impresiones viles y es algo que el ser humano necesita, se aceptados en grupos sociales.
- Necesidad de reconocimiento: tener una posición privilegiada dentro de nuestro trabajo o familia, que se nos reconozca como alguien importante.
- Necesidad de autorrealización; quizás es la fase de la pirámide más complicada de entender y llevar a cabo. Aquí es donde comenzarán dudas existenciales, que cometido tenemos en este mundo y que es lo que nos hace estar verdaderamente felices.
Ejemplo de la pirámide de Maslow en el marketing
Ahora que conoces el concepto de la pirámide de Maslow, pasemos a ponerte un ejemplo práctico para que termines de comprenderlo.
Pongamos que quieres comprarte una moto. Vives en una ciudad donde el aparcamiento, las colas y el estrés hacen estragos en ti, provocándote nervios y ves que la solución a esos problemas es comprándote una moto. He aquí una necesidad que podríamos encuadrar dentro del escalón de las necesidades de seguridad.
Lo siguiente que harás es buscar una alternativa económica e igual de rápida y menos estresante, que en este caso será el transporte público. Calculamos cuánto te vas a gastar al año en transporte público ya sea para ir al trabajo o para el ocio.
Haces los cálculos y te sale una estimación de unos 2.000 euros al año entre taxis y buses. Eso si lo multiplicas por 5 años, por ejemplo, te estará dando una suma de dinero a considerar, unos 10.000 euros.
Aquí es donde comienzas a plantearte seriamente buscar una moto que se adapte a tus necesidades, sobre todo de seguridad y comodidad. Acudir al concesionario de turno a mirar modelos, partes de la base de mirar la más barata, ya que la necesidad básica es la comodidad, no depender del transporte y tener más accesibilidad en la ciudad.
Asimismo, sigues mirando modelos pensando que cada moto es diferente, en cuanto a prestaciones y seguridad. Piensas que un coche más caro es sinónimo de calidad y uno barato no tanto, no dejas de tener razón en ello, pero, debes saber que algunas marcas, no solo de motos, fabrican productos de gama baja con los mismos estándares de calidad
Por lo tanto, en este preciso momento es donde entran en juego las empresas, jugando con los estándares de calidad para subir sus precios según en qué productos para darles más publicidad y visibilidad.
Después de haber mirado prestaciones, calidad, seguridad y diseño en unas cuantas motos, te decides por una. Es la gama más baja de la marca que has elegido, en base a tus necesidades y el uso que le vas a dar y te costará 12.000 euros. Son 2.00 euros más que los 10.000 que te gastarías en 5 años si utilizas transporte público.
Y aquí es donde te asaltan las preguntas: ¿es rentable realizar esta compra? ¿me compensara? ¿amortizare ese dinero? pero, sin embargo, la pregunta clave en todo esto es: ¿hasta cuándo voy a seguir sufriendo el tráfico, la falta de aparcamiento, el estrés y la incomodidad?
Es en este momento cuando respondes a esta pregunta y descubres que, con la compra de esa moto, vas a cubrir todas tus necesidades, empezando por la necesidad de seguridad, que es la segunda en importancia dentro de la pirámide de Maslow.
De esta manera, has pasado de las necesidades fisiológicas que se presupone que las tienes cuviertu necesidad de seguridad quedará cubierta con la adquisición de la moto.
La pirámide de Maslow aplicada al Marketing de Contenidos
Es conocido por todos los que formamos parte del mundo del marketing de contenidos es que los usuarios tienen diferentes necesidades, según en el nivel en el que se encuentran. También sabemos que el buscador de necesidad más grande del mundo es Google y hay que saber utilizarlo en nuestro favor.
También sabes que no solo basta con tener un buen producto, que sea bonito y con buenas prestaciones, detrás de él se necesita tener una buena estrategia de contenidos, sobre todo para ganar en visibilidad en el buscador y conseguir más visitas en tu web o blog.
Cuanto más logres acercarte a las necesidades reales del consumidor, lo que de verdad necesita en ese momento, habrá mayor garantía de éxito. Las estrategias online se nutren de los impulsos de las personas para consumir determinados productos inmediatamente, y también de las necesidades creadas por las empresas y las estrategias de marketing dirigidas a las «necesidades» del consumidor.
Cuando marcas un precio por tu producto, ya te estás posicionando dentro de una necesidad básica o dentro de una determinada escala social. Cuanto más alto sea al precio, tienes que saber que tus potenciales clientes se encontrarán en un nivel más alto de la pirámide de Maslow.
Para conseguir acercarte cada vez más a tus potenciales clientes, te vamos a ofrecer una serie de consejos:
- Utilizar herramientas para buscar las palabras claves más potentes dentro de tu sector.
- Redactar artículos en tu web o blog que de verdad aporten valor.
- Hacer de espía con la competencia por ver cuáles son las palabras clave más utilizadas por ellos.
- Maneja las redes sociales para interactuar, intercambiar opiniones y, sobre todo, preguntar a los usuarios sobre su interés, necesidades y problemas.
- No olvides cuidar de tu comunidad compartiendo publicaciones con ellos.
La pirámide de Maslow y el branding
La pirámide de Maslow, más concretamente en su etapa 4, está ligada a la marca personal. Cuando queremos realizar un buen branding, siempre vamos a querer tener el reconocimiento de la gente, sentirnos importantes y que nuestra marca crezca.
¿Cómo se puede lograr? realmente no existe una fórmula que te catapulte directamente al éxito. Pero nosotros desde este artículo queremos darte una serie de pautas que creemos que son las mejores para ponerte en el camino de la notoriedad:
- Talento. Si demuestras talento en aquello en lo que trabajas, tendrás mucho camino recorrido, porque el talento es un diamante en bruto deseoso de ser pulido para sacar lo mejor de cada persona.
- Pasión. Imprimirle pasión a lo que haces es un punto muy fuerte y se refleja en tu producto o servicio.
- Actitud. Una buena actitud y presencia abre muchas puertas en este mundo, pero también las cierra una mala actitud en según qué momentos.
- Trabajo. Si quieres lograr notoriedad para tu marca personal, debes echarle horas y horas, dedicarle todo el tiempo del mundo para destacar de entre tus competidores.
Adaptación de la pirámide de Maslow a las redes sociales ¿cómo se hace?
Aunque no lo parezca, las redes sociales y la pirámide de Maslow están estrechamente ligadas. Podríamos decir que el marketing dentro de las redes sociales es como una especie de pirámide de Maslow, pero más social media.
No es nada nuevo que los comportamientos de los consumidores han cambiado mucho como consecuencia del avance y desarrollo de las redes sociales.
Todos sabemos que las redes sociales se han convertido en el altavoz de los usuarios, cosa que antes no tenían tan al alcance de su mano. Hoy en día es cada vez más accesible la experiencia de usuario, pudiendo leer y escuchar sus opiniones, inquietudes o necesidades.
Para que entiendas mejor cómo funciona esta pirámide de Maslow social media, te vamos a presentar las 5 etapas básicas:
1. Fisiológicas: móvil
El móvil como una parte más de nuestro cuerpo, una extensión de nuestro brazo tanto para el trabajo como para el ocio.
2. Seguridad: protección de datos
Adaptamos la seguridad a la protección de datos, a sentirnos seguros por la red, a que nuestra intimidad no sea vulnerada por nada ni nadie. Los antivirus, contraseñas seguras o firewalls son elementos clave.
3. Afiliación: followers
Tan sencillo como el número de seguidores/amigos que tenemos en las diferentes redes sociales. En este caso las marcas quieren tener entre más mejor, porque de esta manera se les conoce, se les relaciona con un producto o servicio.
4. Reconocimiento: «me gusta»
A todos nos gusta sentirnos queridos, valorados y participes del grupo en el que estamos. Pues a las marcas y empresas les sucede lo mismo. Mientras más reconocimiento tengan, más me gustas genera, más visibilidad van a tener y mejor feedback obtendrán de su producto o servicio.
5. Autorrealización: el influencer
Cuando hablamos de marca personal, el ser «influencer» es llegar a la cúspide. Si tienes una marca persona, conseguir este logro se elevará a los altares, ya que digas lo que digas, hagas lo que hagas, publiques lo que publiques, tendrás una corte de seguidores que lo verán y compartirán todo.
Conclusión: ¿las necesidades están presente o las creamos nosotros mismos?
Después de haber visto todo lo relacionado con la pirámide de Maslow y cómo se puede aplicar al marketing y a las redes sociales, nos asalta una pequeña duda: ¿las necesidades están o las creamos los consumidores?
Está claro que las necesidades básicas de cada ser humano están ahí, son las que son y las necesitamos para vivir día a día. Comer, dormir o salud con incuestionables.
Pero, a partir de ahí las necesidades pueden ir cambiando. Es cierto que para sentirnos seguro con nosotros mismos es bueno tener un trabajo, una casa o un coche, pero hay gente que se siente segura solo teniendo un trabajo y viviendo en régimen de alquiler en vez de adquirir una propiedad.
Pero, a partir de ahí nacen otras necesidades que quizás no son necesarias para el día a día, que nos las pueden crear la publicidad, los anuncios, la forma en las que se muestran determinados prodcutos, en definitiva, la sociedad consumista/capitalista en la que vivimos, que nos conduce muchas veces a realizar compras compulsivas de productos o servicios que no necesitamos.
Sin embargo, las necesidades son diferentes para cada ser humano.
Y tú, ¿crees que las necesidades están presentes o nos las creamos nosotros mismos?